viernes, 18 de mayo de 2012

RECOMENDACIONES Y VISITAS


La Montaña / Oscar Loza Ochoa

Con el corazón partido por la pérdida de
doña Beatriz Jacobo de Michel y de Carlos Fuentes.

Sí existen pueblos fantasmas, reconoció el Gobernador al visitar La Noria, Surutato y El Potrero de los Fierro. Esas comunidades emblemáticas del entorno violento de Los Altos  de Sinaloa sufren la desolación y la obligada ausencia de sus habitantes o el peso del drama social de los desplazados. El panorama encontrado hizo cambiar de opinión al mandatario sinaloense.

Frente a los páramos que vio desde el aire y que pisó rodeado de los pocos vecinos que aún deambulan por esos campos dejados de la mano de Dios, la emoción del primer momento lo llevó a proponer el envío de más fuerza pública para barrer aquella zona serrana. Un día después dispuso la creación de 36 viveros en las comunidades afectadas, para promover empleos.

Debió ser duro, aun para alguien tan optimista como Mario López Valdez, cruzar palabra con los escasos vecinos de tres comunidades víctimas de la violencia. Esos pocos vecinos admirablemente permanecen en sus lugares. Ni la violencia, ni las cornadas del hambre, ni la soledad que da vida a rescoldos olvidados los lleva a otro lado. El pasado se hizo presente y es la fuerza que mueve a quienes se quedaron. Malova entendió que esas mujeres y esos hombres no irán a ningún otro lado.

En sus rostros y gestos se adivina que no caminarán un paso fuera de sus pueblos. Buscar refugio y seguridad más allá del horizonte donde nacieron, es querer huir de una trampa que está presente en cualquier parte a la que se vaya.

Todo ello pesó en la decisión del gobernador de crear algunas fuentes de trabajo, pues para quienes se quedaron quizá sea peor adquirir el estatus de desplazado, marchar a la deriva, que vivir los destiempos de la Comala de Pedro Páramo. Así estén en medio de la nada y sus desveladas siluetas se conviertan en fantasmas de pueblos donde el miedo y la violencia no han dado cabida al tiempo ni a la esperanza.

Pero las medidas anunciadas hablan de lo que se puede calificar de urgentes no de las que resolverían el problema a mediano y largo plazo. Por eso creemos que la Recomendación enviada este jueves por la Comisión de Defensa de los derechos Humanos en Sinaloa es atinada. En ella se presenta un análisis del fenómeno de los desplazados en América Latina (donde México ocupa el segundo lugar en desplazados después de Colombia). El estudio, de acuerdo a organismos internacionales como la ONU, Cruz Roja, el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos de Noruega (iMDC), la prensa nacional e internacional, señala que hay once estados en México con el desplazamiento de población motivada por la violencia.

El gobierno federal no ha reconocido el problema a pesar de la magnitud y del impacto que ya tiene algunas regiones del país. Son los municipios donde el problema de los desplazados los ha puesto en un verdadero predicamento los que han sacado la cara para atender, a pesar de todas sus limitaciones, la emergencia que dicho fenómeno les plantea. Lo han hecho Mazatlán (donde se concentra alrededor de 2mil 500 familias desplazadas), Concordia, Badiraguato y Sinaloa. En estos se les ha unido el gobernador.

El documento de la Cddhs va al grano. Hace ocho recomendaciones al gobernador en las que plantea la necesidad de elaborar un diagnóstico de sobre el problemas de los desplazados, de nombrar una comisión especial para establecer indicadores y criterios únicos para elaborar el estudio, solicitar al Congreso del Estado un fondo de 250 millones de pesos para la atención de los desplazados, urgir al gobierno federal a participar en la atención a los desplazados, instar al gobierno federal a solicitar a la ONU y a la Cruz Roja Internacional para que tome parte en la atención de la población desplazada y para que en un término prudente se presenten un Plan Emergente de atención a esas víctimas de la violencia y un Plan de Retorno a sus comunidades.

Para el Congreso del Estado se plantean tres recomendaciones. Una para crear una comisión especial que vigile la observancia de los Principios Rectores de Desplazamientos Internos de la ONU, otra para crear el fondo de 250 millones de pesos para atención a desplazados y la tercera para que solicite al gobernador la creación de la comisión especial multidisciplinaria que elabore indicadores y criterios únicos para el diagnóstico.

En el marco de este sentido problema y en vísperas del IV Informe de Labores de Leonel Aguirre Meza, presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, la recomendación llegó muy oportuna y ojalá tenga el eco en las instancias aludidas que la población desplazada necesita. Vale.