viernes, 25 de noviembre de 2011

LA RECURRENTE POBREZA


La Montaña / Óscar Loza Ochoa

Cuando lo que se ocultan son crímenes, el silencio también es criminal.

Vicenç Navarro, J. Torres y A. Garzón

México ocupa el primer lugar en desigualdad social entre los miembros de la OCDE. El documento “Perspectivas de desarrollo global 2012” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico así lo califican. La generación de riqueza en México no encamina sus pasos a la reducción de la desigualdad entre ricos y pobres, por lo que el organismo recomienda que se mejoren los esfuerzos para elevar la calidad de vida de su población.

Sin ignorar las instituciones de seguridad social, la OCDE insiste en que hay deficiencias en la redistribución de ingresos. Y que las transferencias de recursos que aplica el gobierno poco han cambiado las condiciones en que viven los sectores más pobres de la población.

El análisis hace una comparación respecto a la eficiencia con que funcionan las economías europeas en este terreno, dibujando una lamentable situación para la nuestra. Imposible cerrar los ojos ante dicho análisis. Imposible lo reafirmo por el número de pobres en México y por su incontenible crecimiento.

Pero hay algo que no podemos pasar por alto: la cantidad de dinero aprobada por el Congreso de la Unión para el combate a la pobreza y los cuestionables saldos en ese terreno. De acuerdo al Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados y del INEGI en 2006 se destinaron poco más de 111 mil millones de pesos al combate a la pobreza y en 2010 la cifra era de 295 mil millones de pesos; mientras los resultados en realidad son un desastre. Lo confirma la encuesta nacional de ingreso y gasto de los hogares del INEGI que arroja una caída real del 12.3% en dichos ingresos.

El número de pobres entre 2006 y 2010 se incrementó oficialmente en 2.1 millones en las ciudades y 1.1 millones en el campo. Ello sucedió no como efecto de la crisis de 2009, pues ya venía expresándose significativamente desde antes y a pesar del incremento del presupuesto dedicado al combate a la pobreza.

En el presente año ese renglón llegó a los 314 mil millones y para 2012 rebasará los 574 mil millones de pesos. Es tiempo de que el poder legislativo y la sociedad empiecen a auditar los recursos dedicados al combate a la pobreza y a revisar los programas, pues los resultados no son los esperados y organismos como el CONEVAL han encendido luces rojas sobre la materia: hay 127 programas federales para la superación de la pobreza y seis de ellos concentran el 57% de todos los recursos destinados a ello. Lo que llama poderosamente la atención a este organismo es la dispersión de los programas sociales y la deficiente calidad en los servicios prestados. Al menos urge la articulación de los múltiples programas, pues no basta dedicar un alto monto de recursos a la tarea del combate a la pobreza. También es importante ver la atingencia en su uso y evitar el abuso en la aplicación de los mismos y el desvío con fines ajenos a su naturaleza.

Mucho material hay para el análisis y para la acción social. Ojalá nuestros diputados locales tengan presente estos elementos a la hora de aprobar el Presupuesto de Egresos para 2012. 530 mil pobres en el estado de Sinaloa son un fenómeno social preocupante, no una cifra de referencia para frívolos discursos.

En los encuentros del día 1° con los mayos-yoremes en el Ranchito de Teputcahui, el Fuerte y del día 2 en la Facultad de Derecho de la UAS, sobre Pobreza y consecuencias sociales, estos y otros elementos que dibujan el estado de desamparo social de amplias capas de la población en Sinaloa y el país serán expuestos por quienes asistan y participen en el debate.

La presencia de todos y el respaldo moral a los eventos pueden convertirlos en un valioso instrumento de promoción de los derechos humanos, en especial de los que protegen a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad. Vale.

domingo, 20 de noviembre de 2011

LA POBREZA, PARTIDA Y DESTINO

La Montaña / Óscar Loza Ochoa

La pobreza no tiene perdón a los diez años.

Matilde Alba Swann

Una recesión en Europa equivale a 23 millones más de pobres. Es la estimación de especialistas. Vale preguntarnos ¿a cuántos millones de mexicanos hundirá en la pobreza extrema la próxima recesión?

El tema debe interesarnos sobremanera por diversas razones. La primera nos obliga a reflexionar sobre el concepto mismo de pobreza. Para muchos ésta se reduce a la ausencia de ingresos de las personas o a su escasez. La situación no se constriñe a eso, pues en cascada se convierte en un campo verdaderamente minado para el ejercicio de todos los derechos elementales de quienes han caído en la pobreza.

La reflexión nos lleva de la mano para indicarnos que vivir en la pobreza es estar excluido de los beneficios del desarrollo social. ¿Qué significa esto? No tener ninguna oportunidad de empleo (permanente), estar al margen de los servicios de salud y vivienda precaria; sufrir la ausencia de los logros culturales, padecer la inexistencia de una organización, no existir para el mercado y ser rehén de las acciones políticas desde el Estado y desde los grupos de poder, entre otras.

El fenómeno de la pobreza es motivo de preocupación de organismos especializados de la ONU y de la OEA, los cuales han venido promoviendo eventos internacionales que desemboquen en acciones concretas para aliviar la situación de al menos unos 850 millones de personas en el mundo.

Hay un interés especial del Instituto Interamericano de Derechos Humanos en promover el análisis sobre el problema de la pobreza, sus consecuencias y la búsqueda de caminos efectivos para remontarla. En especial se organizan foros, encuentros y talleres muy cercanos a los grupos sociales que padecen las dentelladas de la pobreza. Los organismos de la sociedad aliados del IIDH juegan un papel muy importante en ello.

He sido testigo de que en las reuniones para este fin realizadas en Tijuana y Culiacán hay inquietudes entre los grupos participantes que pueden desembocar en acciones de participación social. Pongo el ejemplo de la comunidad indígena kumiai de Baja California que, luego de gestionar una telesecundaria, se enfrentó a un nuevo reto cuando la primera generación de egresados ya no tiene un centro escolar donde continuar sus estudios. No descansaron hasta conseguir un camioncito que lleva a sus estudiantes a la preparatoria más cercana. En el frente educativo la pobreza ya no es su valladar, pues le han abierto sendos portillos. Es el inicio de una larga lucha contra la pobreza y sus consecuencias, que ya educa a esos supervivientes en el valor de la unidad, la solidaridad y la organización para gestionar soluciones a los problemas más graves y para defender sus derechos.

Lástima que ésta no sea la agenda de los partidos políticos, ni siquiera de los que se ubican supuestamente del lado de los pobres del país. Mientras se priorizan otras cosas, en el flanco de los marginados de México se desenvuelve una creciente masa de pobres sin posibilidades de acceder a los niveles mínimos de bienestar y condenados a sufrir la profundización de sus difíciles condiciones de vida.

Es una pena que en el presupuesto de egresos del gobierno federal y de los locales sólo se contemple el recurso asistencial como apoyo a los pobres. Las despensas a los marginados y los apoyos a los mayores de 70 años no han podido sacudirse el papel de monedas de cambio, sobre todo en épocas electorales. Grave ofensa para los pobres es que los ahogue el laberinto de la pobreza; peor agravio es la manipulación que sufren en tiempos electorales.

Los organismos de la sociedad civil están llamados a una participación más activa en esta materia. Los tropiezos que ha sufrido este país nos gritan a voz en cuello: la desigualdad social sólo profundiza los graves problemas económicos y sociales que ya padecemos, y que nunca habrá verdadera democracia con la ausencia de los excluidos de la sociedad.

Para reflexionar sobre el tema estarán en Sinaloa Juan Navarrete y Vittorio Corasaniti, del Instituto Interamericano de Derechos Humanos; Emilio Álvarez Icaza, del movimiento Paz con Justicia y Dignidad; y Patricia Rivera, de la Consultoría Indígena de Tijuana. Las citas serán el día jueves 1° de diciembre en el Centro Ceremonial de El Ranchito de Teputcahui, municipio de El Fuerte, y el viernes 2 en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Este es un esfuerzo que vale la pena respaldar. No los dejemos solos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

ANTES DEL I INFORME

La Montaña / Óscar Loza Ochoa

El 2 de octubre será de luto oficial.

Que no lo enajenen como el 20 de noviembre.

El gobierno del cambio arriba a su Primer Informe con claras muestras de fatiga. Muchas de las expectativas que creó la administración plural de Sinaloa han ido quedando lastimosamente en el camino, lo que impacta no sólo la confianza de la sociedad en la autoridad, sino en las esperanzas de que cumpla compromisos y hacer realidad los cambios que aquella exige en la calidad de los servicios públicos, promoción de empleos, las oportunidades en educación y el despegue en las actividades económicas.

Hay renglones en que no podemos responsabilizar al gobierno de Mario López Valdez. Es el caso de la agricultura, donde una severa helada a principios de febrero nos privó de una buena cosecha en Maíz y en hortalizas. Aunque una mala visión del problema y una actitud pusilánime frente a la política federal que desestima las necesidades regionales, agravan la situación, que para el caso se manifiesta en 128 mil hectáreas que aún esperan por el apoyo prometido.

Los problemas del campo no terminan aquí. La presente sequía que deja una estela de presas vacías y las condiciones climáticas que amenazan con probables heladas dibujan una temporada invierno-primavera muy difícil para agricultores y ganaderos. Dicen que los buenos porteros son jugadores con suerte: los cañonazos del enemigo pegan en el marco de la portería, pero no entran en su cabaña. No es el caso de Malova tratándose de actividades primarias.

Hay cosas en las que se combinan coyuntura económica nacional e internacional, visión en proyectos y la audacia. Para el estado de Sinaloa, es cierto que la situación internacional no es la más propicia para atraer inversiones, pues hay demasiados quebraderos de cabeza por lo que se vive en Europa, Medio Oriente y Estados Unidos, que distraen a los dueños del capital; pero tampoco vemos en nuestras autoridades los proyectos visionarios y el lucimiento para venderlos.

Ciencia y política debieran marchar de la mano en los asuntos más importantes, pero durante las campañas políticas importa más como se atraen votos, sin medir el tamaño de los compromisos y la magnitud de los problemas que se prometen resolver. La violencia no es un fenómeno coyuntural, por más que en los años 2008, 2009 y sobre todo el 2010 hayan tenido una expresión extraordinaria. A pesar de las graves manifestaciones del delito en homicidios dolosos, secuestros, corrupción y desapariciones forzadas, se jugó irresponsablemente con la afirmación de que bastaba la sustitución de la vieja administración priísta para abatir radicalmente esas expresiones del delito.

Poco más de diez meses bastó para demostrar que las cosas son más complejas que lo que afirma y cree la clase política. Los hechos violentos nos reiteran que la corrupción es parte del flujo sanguíneo de las instituciones, que el fin de la ineficacia y la ineficiencia no se alcanza por decreto, que la evolución de los homicidios no pueden medirse sólo en comparación al año anterior, que el abatimiento de los secuestros no depende sólo de grupos especiales y que los delitos de lesa humanidad (como las desapariciones forzadas) ha cobrado cifras sin precedentes durante el presente año: 41 casos registrados.

Seguridad es la materia donde más críticas vemos en el terreno local y nacional. Y justo en vísperas del Primer Informe de Mario López Valdez fue presentado el informe de Human Rights Watch sobre la situación de los derechos humanos en México. Comentemos brevemente los puntos que tienen que ver con Sinaloa. “HRW pudo observar que existe una política de seguridad pública que fracasa seriamente en dos aspectos. No sólo no ha logrado reducir la violencia, sino que además ha generado un incremento drástico de las violaciones graves de derechos humanos”. ¿Alguien podrá desmentir esta afirmación?

Cuando HRW se refiere al problema de las desapariciones forzadas, señala que “la prevalencia de este delito no se aprecia adecuadamente debido a que, incluso antes de investigar los casos, funcionarios del gobierno clasifican casi todas las desapariciones como levantones.” Lo que se ha vuelto práctica en todo el país.

Las víctimas sufren de doble victimización, pues además la impunidad en que se ahogan sus casos, dice HRW: “es habitual que funcionarios públicos desestimen las denuncias de las víctimas como falsas y describan a las víctimas como delincuentes.”

Casi once meses después de iniciar con no pocos tropiezos la conducción de la administración pública y de toparse con la terca realidad, aún no se asume el principal axioma en materia de políticas públicas y que de manera prístina nos recalca Human Rights Watch: “Las violaciones de derechos humanos no sólo debilitan el estado de derecho, sino que además pueden tener efectos contraproducentes para la reducción de la violencia, la desarticulación de redes delictivas y la construcción de la confianza pública en las instituciones.” En la procuración y administración de justicia de Sinaloa aún no se asume esta concepción.

Y por si fuera poco todo lo anterior, el 2012 nos depara dos grandes encrucijadas: el estancamiento de la economía y unas de las elecciones presidenciales más complicadas. Que Tomás Moro, el santo de los políticos, ilumine a nuestra desangelada clase política antes que nuestra utopía de paz y de justicia social se extravié en la desesperanza. Vale.

Entrevista que Carmen Aristegui hizo a José Miguel Vivanco, Director de HRW respecto al reporte aquí: Escucha y descarga las mejores entrevistas de Carmen Aristegui en Noticias MVS

jueves, 3 de noviembre de 2011

RESISTENCIA FRENTE A REPRESIÓN

La Montaña / Óscar Loza Ochoa

Otro camino es inventarlo todo.

Inés Arredondo

¡Otra vez Ciudad Juárez! Y otra vez la represión a los activistas sociales que han sobrevivido a los embates del crimen organizado y a las infamias del gobierno mexicano.

Después de la jornada del lunes 31 en el Atrio de Catedral teníamos un buen sabor de boca.

Cumplido el llamado nacional de Paz con Justicia y Dignidad, sólo pensamos en esperar la próxima movilización concertada. Pero los tiempos para movilizaciones nacionales con pleno respeto de las autoridades no han llegado. El día martes 1° fue reprimida una manifestación pacífica en Ciudad Juárez. El saldo fue de 29 detenidos y varios periodistas agredidos cuando cubrían los hechos.

La situación de Ciudad Juárez es y debe ser el referente para calificar la actitud del Estado mexicano frente al problema de la violencia nacional, las posibilidades del crimen y la incertidumbre que vivimos como sociedad debido a que el Estado busca no coincidir con la propia sociedad en objetivos y acciones.

El secretario de seguridad en Juárez sigue siendo el teniente coronel Julián Leyzaola Pérez, pese al negro historial que arrastra desde Tijuana, donde se le acusa de violaciones múltiples y reiteradas en contra de sus compañeros policías y de civiles. También a pesar de que ahí mismo en Juárez se le responsabiliza de la desaparición de los jóvenes Juan Carlos Chávez, Dante Castillo, Raúl Navarro y Félix Vizcarra Torres, detenidos por los escoltas del mismo Leyzaola Pérez la tarde del día 26 de marzo pasado.

Después de la represión los manifestantes se reorganizaron y llegaron hasta las instalaciones donde estaban detenidos sus compañeros. La única respuesta fue de nuevo la violencia.

Y pensar que apenas el pasado jueves 27 el embajador Gómez Robledo y el subsecretario de Derechos Humanos Felipe Zamora, frente a las exigencias de quienes representábamos movimientos sociales y de derechos humanos de México, se comprometían en nombre del Estado mexicano en la Audiencia ofrecida en Washington por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a ampliar y profundizar el diálogo con los organismos de la sociedad civil. Y hasta solicitaron la cercanía y vigilancia de la CIDH en dicho proceso. El bautizo de ese compromiso es la represión a estos activistas.

En aquel momento no dejamos de pensar en que el gobierno mexicano ha aprendido a capotear diplomáticamente los cuestionamientos irrefutables en las instancias internacionales; pensamos también en el gatopardismo a la hora de cumplir algunas reformas al marco legal a que lo obligan los compromisos con esas instituciones; pero con todo ello creímos que la intolerancia demostrada días atrás en Tijuana contra pacíficos manifestantes se reservaría para otros momentos. Los acontecimientos de Juárez confirman que no hay intenciones de cambiar.

Ni los ecos de la audiencia de la CIDH ni los dolores de la represión en Cd. Juárez se pueden olvidar. Y en la conciencia de cada uno de nosotros debe quedar la acción coordinada que realizamos el día 31 en todo el país, pues ese tipo de actividades ejercitan confianza, capacidad de organización y la disposición masiva para enfrentar retos de movilización mayores.

Parece quedar muy claro que hay que reforzar la agenda de la sociedad, sin dejar portillo alguno por donde se incumplan los compromisos que se vayan estableciendo con la autoridad. A la par, busquemos que las agendas locales constituyan una sola agenda nacional, más rica, combativa, trascendente y direccionada al propósito de mejorar lasituación de los derechos y libertades ciudadanas. Ninguna coyuntura (incluida la de la inseguridad que vivimos) puede justificar acciones en contrario del Estado.

Sinaloa por la Paz y la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa tienen como tarea inmediata la elaboración de una iniciativa de Ley sobre desapariciones forzadas, la que deberá presentarse el próximo 10 de diciembre ante el Congreso del Estado, en el LXIII aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Que no esperen más. Vale.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Javier Sicilia en la Ceremonía del Día de Muertos


México D.F:, Ángel de la Independencia, 1 de noviembre de 2011


Quiero leer un poema del poeta kosovar, hoy exiliado en México, Xhevdet Bajraj:


“La libertad como gran dama

Tropieza contra las tumbas nuevas

En vano trata de limpiarse con las mangas

El sabor de la muerte impregnado en los labios


En la cumbre de las casas en ruinas

Mujeres y hombres

Como urnas vivas en las vitrinas de la muerte

mastican los recuerdos


A lo lejos

En el cielo agujereado por los gritos

los asesinados se dan condolencias unos a otros

Por quienes quedaron vivos sobre la tierra”.


Por este dolor que es el de los muertos que hoy honramos, pido un minuto de silencio.


El discurso completo aquí.