miércoles, 10 de octubre de 2012
La Montaña
viernes, 18 de mayo de 2012
RECOMENDACIONES Y VISITAS
sábado, 14 de abril de 2012
TORTURAS Y CRIMINALIZACION DE MOVIMIENTOS SOCIALES
jueves, 29 de marzo de 2012
MAZATLAN ARRINCONADO POR INSEGURIDAD
jueves, 23 de febrero de 2012
PA’ LOS POBRES NI LA BASURA

La Montaña / Oscar Loza Ochoa
Daniel Reventós
Bella lección de dignidad nos brindan los pepenadores del relleno sanitario de Culiacán. Las crisis de los últimos 30 años han empujado a grupos cada vez mayores de personas a solicitar un lugarcito en el basurón de la ciudad. Necesitan ganarse la vida y se les han cerrado muchas puertas antes de llegar allí.
Mayor valor cobra el acuerdo si destacamos que las dimensiones de la basura que trabajan (unas mil 200 toneladas diarias) hoy se han reducido a poco menos de la mitad y que el número de miembros de la cooperativa rebasa ya los 500. A pesar de la pobreza no excluyen a otros desamparados. No saben hasta dónde alcance la lullida cobija que los tapa y que ya amenaza con romperse, pero la deuda social que tenemos pendiente con ellos nos obliga a preguntar ¿por qué no llega la mitad de la basura al relleno del municipio? ¿Qué amenazas se ciernen hoy sobre esa fuente de trabajo?
Este jueves 23 los pepenadores marchan por las calles de Culiacán hasta el relleno sanitario del sur de la ciudad. Ese relleno es privado. En medio de sospechas sobre presunto pago de facturas políticas a exfuncionarios, el Ayuntamiento pretendió concesionar en diferentes momentos todo el servicio de recolección de basura, pero encontró muchas resistencias.
No quedarían desprotegidos los supuestos empresarios: en 2005 se les concesionó la mitad del servicio y se les permitió abrir un nuevo relleno en condiciones que no cumplen la norma mexicana 0083. No sólo cobran a los particulares que depositan la basura en su relleno, el municipio está obligado a garantizarles una cantidad no menor a las 600 toneladas diarias y la paga mensual de alrededor de dos millones de pesos. Por supuesto, a las arcas municipales sólo llegan las facturas por gasolina o refacciones de los carros del Ayuntamiento que depositan basura en aquél lugar.
Originalmente la concesión se hizo a la empresa Altya, pero por las denuncias mencionadas el negocio pasó a otra empresa que se hace llamar Gen. Los mismos, dice mucha gente. ¿Dónde está el negocio para el Ayuntamiento? ¿Dónde están las ventajas para la ciudad?
Lo que no deja lugar a dudas es que a la cooperativa de pepenadores se ha buscado dejarla fuera del relleno sanitario, que es su fuente de trabajo. Y no importa aquí el principio jurídico de que, quien es primero en tiempo es primero en derecho. Recordemos, por si hay quien dice ignorarlo, que a principios de los años ochenta cuando nace el relleno municipal al norte de la ciudad, unos doce ciudadanos iniciaron lo que se llamó la unión mercantil de pepenadores; en 1995 adquirió el nombre de unión independiente de pepenadores de Culiacán, para constituirse en la Cooperativa de Pepenadores Progreso de Culiacán en el transcurso de 1998.
Han logrado consolidar su Cooperativa a pesar de los embates recurrentes de funcionarios y de la delincuencia común que rodea el área de su fuente de trabajo. Respetuosos con el medio ambiente y responsables ante la sociedad, han elaborado un proyecto de industrialización de la basura, pero no ha encontrado los apoyos financieros en instancias de gobierno para concretarlo.
Ellos no lo encuentran, pero ya rondan empresas inglesas, belgas y polacas con padrinos políticos mexicanos que pretenden acaparar la industrialización de la basura. La marcha de los pepenadores es por la defensa de su fuente de trabajo y contra la privatización del servicio de recolección.
Lamentable que esos embates vengan precisamente en 2012, declarado el año internacional de las cooperativas por la ONU, quien “reconoce que el modelo cooperativo es un importante factor de desarrollo social y económico que promueve la más alta participación posible en el desarrollo económico y social de las personas, en los países desarrollados y en vías de desarrollo y que, en particular, las cooperativas contribuyen a la erradicación de la pobreza. La resolución también invita a todos los gobiernos a crear más ayudas para el desarrollo del cooperativismo.”
Más claro ni el agua. Y más necesario que nunca el respaldo moral de la sociedad hacia don Manuel Orpineda, don Enrique Gutiérrez y el licenciado Miguel Ángel García Leyva y sus más 500 compañeros cooperativistas. Vale.
jueves, 16 de febrero de 2012
FLANCOS DEBILES EN LA PROCURADURIA
La Montaña / Oscar Loza Ochoa
Quedándose en la condena del crimen, aunque sin la salvación de la tragedia.
Carlos Fuentes
Hay tiempos para gritar el dolor y tiempos para llorarlo en voz baja. Muchas de las víctimas y sus familiares así sufren sus problemas, amedrentadas por las amenazas de quienes ya les hicieron daño y decepcionadas por una autoridad que las abandonó en medio de la tragedia.
No podemos explicarnos de otra manera la ausencia de muchos sinaloenses ante las convocatorias a manifestar públicamente un reclamo de justicia. Y vaya que no son pocos quienes sufren los golpes demoledores de la violencia, lamentando la desaparición o la muerte de un familiar. ¿Qué le queda por hacer a un ciudadano ante la impunidad que cobija al delincuente y el desamparo que se convierte en su segunda piel?
El domingo anterior marchamos desde el Parque Las Riberas hasta la Procuraduría de Justicia. La invitación se corrió a un buen número de ciudadanos con graves problemas y sin ellos. Buscábamos darle vida a la campaña nacional “En los zapatos del otro”. Sólo caminamos por esas calles de Dios algunos pepenadores del relleno sanitario de Culiacán, veteranos productores de caña del ex ingenio de Costa Rica, familiares de desaparecidos, el organismo Sinaloa por la Paz y la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa. Sólo un puñado de ciudadanos.
Como consecuencia nos recibió el Procurador este día de San Valentín y revisamos algunas averiguaciones previas, cuyos expedientes no agregan desde hace tiempo una sola diligencia o no apuntan para ningún lado a pesar de ello. Y al revisarlos salen las perlas que la procuración luce con tanta frecuencia: caso Silverio Cháidez, desaparecido a mediados del año pasado en Culiacán; el taxi que manejaba fue encontrado en Guasave y a pesar del reporte de robo, el agente del Ministerio Público que inició la averiguación en aquel municipio nunca informó a sus superiores del hallazgo (inmediato). Después de siete meses se incorporará esta averiguación previa con la de Culiacán.
Para consuelo de todos nos dicen que esto provoca una medida administrativa que sancionará de ahora en adelante a los agentes del Ministerio Público que no informen de los autos recuperados con reporte de robo. El colmo fue que el familiar del desaparecido dice haber visto en la misma pensión de Guasave otro taxi robado en Culiacán, del que tampoco se había dado informes. Él se encargó de avisarle al propietario.
Si hay hallazgos importantes en los autos como huellas dactilares u objetos que ayuden en el esclarecimiento de crímenes, sencillamente no han estado a disposición de la investigación central. Así de cruda y de grave es la situación.
O quizá más, si tomamos en cuenta que el joven Rosario Oropeza Ontiveros (hijo del ex director del periódico El Debate) fue considerado desaparecido por casi siete meses, a pesar de que sus restos estaban en una funeraria de Guamúchil desde los primeros días del homicidio (febrero de 2010) y que un agente del MP había dado fe de ellos. Y no se aprende de los errores. En vísperas de navidad encontré muy atribulado a mi amigo Erasto Portilla, me contó que desde octubre tenía desaparecido a Erasto su hijo. Había prometido no cortarse la barba hasta encontrar a su muchacho. Sin noticias y con las esperanzas sin aliento decidió rasurarse en enero de este año. Ese día un agente de funeraria, no del Ministerio Público, le avisó que en el anfiteatro de su empresa en Navolato estaba depositado el cuerpo de su hijo desde el mes de octubre. ¿Cuántos casos como estos habrá pendientes?
No está a discusión si es necesario un mayor presupuesto para la procuración de justicia, como tampoco debe estarlo para reconocer que para cumplir el a, b, c de la procuración hace falta sentido de responsabilidad y vocación, no de un cheque más generoso. ¿Hace falta una reforma en la procuración de justicia? No. Hace falta una revolución. Vale.
sábado, 11 de febrero de 2012
DAVOS Y LOS ZAPATOS DEL OTRO
La Montaña / Oscar Loza Ochoa
¡Qué tiempos éstos en que
hablar sobre árboles es casi un crimen
porque supone callar sobre tantas alevosías!
Bertolt Brecht
No dejes que decidan por ti. Fue la consigna que dio marco a David Roth y sus jóvenes seguidores socialistas suizos frente a las conferencias de Davos. Alertaron al mundo sobre los riesgos de que una minoría que es responsable de la crisis del planeta siga al frente de nuestros destinos.
El fantasma de la crisis no fue conjurado en Davos porque sus exorcistas fueron los mismos nigromantes que le insuflaron vida. ¿No estuvieron allí los voceros de los 29 bancos principales del mundo? ¿Acaso hubo autocrítica de los gobiernos de EU, Reino Unido, Alemania, Francia, China o Japón? ¿Cuál es el mensaje de las compañías petroleras y armamentistas del planeta?
No está demás que mantengamos la agudeza de análisis sobre la situación difícil que se dibuja desde Europa y los Estados Unidos, y que dudemos de la efectividad de guardar los más de 147 mil millones de dólares como reservas mexicanas para cuando a los especuladores se les ocurra ir por ellos, como lo han hecho en otras ocasiones. Mientras la desigualdad social sea nuestro distintivo y la pobreza ahogue a 52 millones de mexicanos, no habrá montañas de dólares guardados que blinden nuestra economía, pues allí donde están al igual que la estela de luz del bicentenario en Chapultepec, sólo sirven para recordar el 10 de mayo… de los funcionarios que sacan ganancias con ello.
Pero mientras tanto hay tareas muy concretas que debemos atender. El Movimiento por la paz con justicia y dignidad convocó a la campaña nacional: Ponte en los zapatos del otro (de la víctima). En Culiacán, Sinaloa por la Paz, la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, el Frente Contra la Impunidad y los Pepenadores del relleno sanitario de Culiacán, están convocando a una significativa jornada para este domingo 12 de febrero.
Junto con familiares de víctimas del delito se hará un recorrido por el Parque Las Riberas desde las diez de la mañana. La idea es invitar a los visitantes a realizar una marcha hasta las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia, desplegando mantas, atando los zapatos o las canillas de los marchistas por parejas (los zapatos del otro) y depositando zapatos viejos en las instalaciones de la Procuraduría para recordar a las víctimas que esperan justicia.
Para sensibilizar a la sociedad (que de la autoridad nunca estaremos seguros de tal cosa) daremos nombre a las víctimas. Ese día además de decir que hay 42 desaparecidos en Sinaloa desde los años setenta afirmaremos que José Barrón Caldera, Oscar Gaxiola Murillo y Carlos Alemán Velázquez, son algunos de ellos. No podremos callar que en la larga lista de personas desaparecidas recientes están José Luis Ramírez, Miguel Angel Rojo Medina y los hermanos Villa Rubio.
Y entre las víctimas de homicidios, ¿cómo olvidar a los periodistas Oscar Rivera y Humberto Millán? La memoria colectiva aportará siempre los nombres de Norma Corona, Jesús Michel, Carlos Gilberto Morán y Jorge Aguirre, entre los activistas de derechos humanos que aún esperan justicia.
La campaña Ponte en los zapatos del otro (de la víctima) empezará el día domingo 12 y dará el primer paso en firme. Ojalá despierte el interés de la sociedad sinaloense. Ojalá.
viernes, 3 de febrero de 2012
ASPIRANTES A PRESIDENTE DE LA CEDH
Confieso que en algunas ocasiones me acosa el pesimismo. Tengo un rosario de razones que lo justifican o al menos lo explican: cuando hay persecución contra los activistas de derechos humanos, cuando las violaciones a los derechos humanos son el único recurso que se ofrece para alcanzar la paz, cuando para acallar voces, espacios y plumas se agrede a periodistas...
Cuando pasan esas cosas me vienen sentimientos de orfandad porque en medio del peligro hasta los amigos se nos esconden. Por eso no dejo de impresionarme ante la Convocatoria del Congreso del Estado para ocupar la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos: lo que sobran son candidatos. Todos con sobrados méritos y compromisos en materia de derechos humanos, al menos es su presunción. ¡No sabía que contábamos con tantos defensores de los derechos humanos en Sinaloa! Por lo tanto, acúsome de ignorar lo que por de faul debo conocer.
Una pequeña duda revolotea en el ambiente: ¿por qué habiendo tantos problemas en materia de derechos humanos ni el rostro asoman en los momentos críticos la mayoría de esos apuntados? Eso fortalecería este movimiento y nos daría más posibilidades de resolver los entuertos que abundan en el campo de los grupos y personas más vulnerables de la sociedad.
Por encima de las pretensiones personales, creo que a algunos de los que se registraron (en ellos creo) se les olvidó que apuntarse en bola sólo puede ayudar a quien o quienes van palomeados por los grupos que detentan el poder. Lo correcto hubiera sido construir una candidatura fuerte. Ya no lo hicieron y eso deja abierta las trancas para que repita en el cargo el actual presidente, que hasta hoy no supo lo que era la autonomía de la CEDH o que se acomode alguna otra persona de fuertes compromisos con el poder.
Leonel Aguirre, presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, institución con más de 28 años de servicio a la sociedad, no quiso ir a la contienda por considerar que no hay condiciones favorables para una decisión democrática en el Congreso del Estado, donde los méritos y vocaciones sean el vértice de la decisión. Dijo que prefería dedicarse a consolidar la organización. Quienes trabajamos con él coincidimos en sus conclusiones y propósitos.
Agrego una mortificación más a mi reserva de pesimismo: con o sin reelección en el Congreso tendremos una CEDH y un presidente a modo. Sí, a la medida de un régimen nacido de una rara pluralidad política que inexplicablemente excluyó de su agenda un compromiso serio en materia de derechos humanos.
Pero mientras en el congreso se cocina a un nuevo “defensor del pueblo”, el movimiento social que encabezan el poeta Javier Sicilia y Emilio Alvarez Icaza está llamando a desarrollar la campaña nacional: Ponte en los zapatos del otro. La intención es visibilizar a las víctimas, que la sociedad voltee a verlas y tome sus casos como propios y haya una fuerza social que exija justicia para ellas.
En Culiacán se está cocinando una actividad para el fin de semana, con la cual se iniciará nuestra incorporación a la campaña. Entre los organismos interesados destacan Sinaloa por la paz, la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, los pepenadores del relleno sanitario de Culiacán, entre otros.
No iremos con las manos vacías a la campaña. Promoveremos la iniciativa de ley sobre desapariciones forzadas que registramos ante el Congreso del Estado el día 9 de diciembre pasado. Con ella los sinaloenses nos pondremos en los zapatos de las víctimas. Servirá de desagravio ante la impunidad con que se van de este mundo los responsables de esas desapariciones forzadas, como el reciente caso de Miguel Nazar Haro. Vale.
viernes, 27 de enero de 2012
AGUIRRE Y LA VIGENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS
martes, 24 de enero de 2012
EL VALOR DE UNA REIVINDICACION SOCIAL
El miércoles 18 del presente se conmemoró el XXXVIII aniversario de la huelga general en los campos del Valle de Culiacán y el XVI Aniversario luctuoso de Joel Ramírez Montes. Comparto con ustedes mi intervención en ese evento.
Estamos hechos de historias y de tiempo. Por ello es importante saber que en el tiempo hay historias que van hilvanando nuestro destino. Y que esos hechos corren a la par de los afanes y desvelos de la sociedad y son ancla de sueños de cambio social.
¿Por qué una huelga general en los campos del Valle de Culiacán el 16 de enero de 1974? Echemos una mirada a la situación que vivían nuestros campesinos y jornaleros en aquellos años. De acuerdo al censo de población de 1970, 56 familias concentraban 78,415 hectáreas, eran las más productivas del estado. Esas familias detentaron el poder en el campo sinaloense.
Muchos campesinos teniendo tierra no la podían trabajar por falta de créditos y se vieron obligados a rentar sus parcelas. La Secretaría de Recursos Hidráulicos documentó en 1968 que un 33% de las pequeñas propiedades en los distritos de riego de la Presa Sanalona no eran trabajadas por sus dueños y que el 90% de las tierras ejidales en la Presa López Mateos estaban rentadas a terceros.
Ese era un abierto proceso de proletarización y de empobrecimiento de los campesinos sinaloenses. Miguel Valdez Quintero, dirigente campesino en la época declaró preocupado que el acaparamiento y renta de parcelas alcanzaba las 40 mil hectáreas en el valle de Culiacán.
En la zona de los Altos, donde no existía el riego ni crédito oficial, 346 habilitadores o agiotistas imponían intereses del 50 hasta el 100% a 22 mil 652 pequeños propietarios y a 25 mil 372 ejidatarios y otros 20 mil 555 campesinos sin tierra que viven del trabajo en ella.
Para 1970 la población trabajadora en el campo era de 177 mil 691 personas; de ellas 99 mil 598 son obreros y empleados en fincas privadas, casi el 60%. Agreguemos que unos 127 mil jornaleros venían de los estados del sur del país a trabajar en la temporada de hortalizas.
El mismo gobierno de Sinaloa reconoció que en el año de 1970 más del 30% de la población no comía con frecuencia pan de trigo; que más del 29% no comía carne, leche, huevos y pescado; que más del 57% vivía en casas con piso de tierra; que el 45% vivía en casas de un solo cuarto; que casi el 49% no tenía agua entubada y que el 14% era analfabeta.
El círculo que analizamos cierra su primera vuelta si consideramos que los trabajos en el campo, sobre todo en los campos hortícolas, son trabajos calificados por la OIT como indecentes, porque no se garantizan los derechos de los trabajadores, porque no hay extensión de la protección social en ingresos adecuados, en la integridad familiar y en la seguridad social, ni hay diálogo social que permita la formación de organizaciones sólidas e independientes de los trabajadores y el trato civilizado de los problemas planteados.
Todo lo anterior, sumado a las condiciones de pobreza y desigualdad social en las ciudades y a los reclamos democráticos de los jóvenes estudiantes en 1968 y 1971, reprimidos violentamente, llevó a una situación de sensibilidad social especial en el corazón de la agricultura moderna de Sinaloa.
Desigualdad social y explotación de una mano de obra cuyos ingresos no eran superiores a los 52 pesos diarios y una inflación que ya era de 62% en cuatro años; frecuentes accidentes de trabajo sin costo para el patrón, la afiliación al seguro social no estaba en el horizonte cercano y el confinamiento de los jornaleros agrícolas en inmundas barracas bajo vigilancia armada, al viejo estilo porfirista era la realidad viviente.
No fue casual la convocatoria de aquellos jóvenes de la Liga Comunista 23 de Septiembre a la huelga general de obreros agrícolas. No fue mera coincidencia la aceptación inmediata de los jornaleros. Decenas de miles de trabajadores de los campos hortícolas paralizaron sus labores reclamando mejores condiciones de trabajo.
Violencia había en las condiciones de trabajo y violenta fue la respuesta al reclamo. Todos lamentamos el saldo de ocho vidas que se perdieron en la jornada: cuatro activistas y cuatro policías.
Asalto al Cielo le llamaron los activistas del 16 de enero a su jornada de lucha, en recuerdo a la toma de París por sus trabajadores en la primavera de 1871. Y ese hecho histórico tiene al menos dos méritos que no podemos negar a la distancia de 38 años: enseñó que los derechos sociales sólo se conservan y amplían luchando por ellos y que los productores y el Estado empezaron a reconocer derechos a esa parte de los trabajadores sinaloenses y migrantes a partir de aquella fecha.
Hay grandes deudas por pagar a nuestros proletarios del campo. Con la libertad con que hoy podemos plantear este reconocimiento a la lucha de los jóvenes guerrilleros y de los jornaleros agrícolas de 1974, con esa libertad y nueva determinación también reconozcamos que ese ejemplo de lucha, tiene que permanecer en la memoria colectiva.
Estamos hechos de historias y de tiempo y la memoria es el basalto en que descansa la conciencia de una sociedad que defiende sus derechos. No podemos olvidar nuestra historia ni a sus héroes. No podemos olvidar el 16 de enero y a sus protagonistas. Olvidarlos –dice Carlos Fuentes-, es condenarnos al olvido nosotros mismos. La justicia que ellos reciban será inseparable de la que nos rija a nosotros mismos.”
Muchas gracias.
viernes, 13 de enero de 2012
DESATINOS Y CONMEMORACIONES
viernes, 6 de enero de 2012
PA’ QUE LA CARRETA LLEGUE…
La Montaña
Óscar Loza Ochoa
Roberto Sosa
En opinión de analistas y muchos ciudadanos no hay rumbo en la conducción del estado de Sinaloa. Es cierto que las herencias gubernamentales negativas pesan y que las cosas en materia de economía no se han dado de la mejor manera, sobre todo en la agricultura. Pero la grandeza de un gobierno se construye resolviendo los grandes problemas en tiempos de vacas flacas, no en los de bonanza.
Malgastado el primer año de gobierno, aún hay tiempo de enderezar el barco. El primer paso que debe dar el gobierno del estado es identificar los problemas centrales de la entidad y definir la actitud a tomar frente a ellos y a los grupos económicos, políticos y sociales que mantienen relación directa o indirecta en ellos.
Muchos dirán que no se requiere de gran esfuerzo intelectual para dar con los problemas centrales, pero por el comportamiento gubernamental de los meses anteriores la realidad exige un ejercicio mínimo en este campo. La desigualdad social (agravada por las heladas y la sequía en el campo, por el creciente desempleo y políticas fiscales inadecuadas) y la seguridad son los temas centrales. Y anoto en primer lugar la desigualdad social porque en ese orden debe aparecer, toda vez que la pobreza que es su expresión más prístina es el mal mayor que padecemos. Todos los esfuerzos oficiales se han encaminado a destacar el fenómeno del crimen y la violencia, justificando crecientes presupuestos sin que los resultados se correspondan.
Al identificar los problemas centrales debe tomarse nota de los problemas económicos, políticos y sociales que van de la mano con ellos. Si hablamos de la desigualdad social, la situación ruinosa de gran parte del campo, el desempleo en la ciudad y en los campos pesqueros deben destacarse. Pero tratar los problemas principales exige dejar de lado los desatinos y las actitudes equivocadas del año anterior que sólo exhibieron falta de oficio político y resultados contrarios a los buscados.
Anoto tres ejemplos que deben eliminarse si se quiere que el estado de Sinaloa se encamine hacia una meta donde sus problemas centrales reciban el trato adecuado y la solución toque el bienestar de todos. Primero, no se actuó con oportunidad en el problema de las heladas de febrero y los damnificados tuvieron que recurrir a la presión social para negociar apoyos, que a final de cuentas dejaron en el más completo abandono alrededor de 122 mil hectáreas; segundo, se promovió al menos una amplia reunión para la promoción del empleo, dejando a los representantes de las dos grandes firmas empleadoras de Sinaloa en las últimas butacas del auditorio; y, tercero, no hay convocatoria a todas las instituciones educativas (de todos los niveles, privadas y públicas), a todos los organismos del sector privado y a las asociaciones civiles más diversas, para tratar los problemas centrales del estado.
Lo que debe quedarle claro a quien o quienes gobiernan en Sinaloa, es que el gobierno no tiene la capacidad para resolver por su cuenta los grandes problemas del estado, pero sí crea las condiciones sociales sí puede tener una convocatoria efectiva para enfrentarlos con amplias posibilidades de victoria. Como decían nuestros mayores la carreta camina si la empujamos todos, pero si el empuje es disparejo sólo dará vueltas en el mismo sitio.
Es claro que para crear esas condiciones sociales hay que despojarse de intereses de grupo y hay que aceptar la crítica y las propuestas que desde la sociedad o la oposición se den, pues sin el imprescindible ejercicio de la democracia, no se avanzará un paso en firme.
Este año es año electoral y quizá las condiciones de una coyuntura como esta no lleve a los partidos y fuerzas políticas a la atención de compromisos en torno a tareas comunes, pero no es imposible. Si el planteamiento de los problemas y la convocatoria a conjuntar esfuerzos son planteados adecuadamente, puede haber buena respuesta. Hasta hoy no se han presentado ni convocatoria ni acciones que inviten a marchar por esa senda.
Si esto no se da durante el presente año, no sólo habremos perdido otra oportunidad, quizá se cierre el ciclo de las posibilidades de este sexenio y empecemos a vegetar políticamente. No parece agradable el que nos resignemos a la inacción o a padecer los horrores que vengan, pero si no hay convocatoria por parte de Malova, ¿habrá alguna fuerza emergente que lo haga?
Esperemos que sí suceda lo primero o en el peor de los casos lo segundo. Que no seamos meros espectadores en un escenario que nos obliga a decir algo. Y pa’ que la carreta llegue…Que hablemos y actuemos como lo dice Antonio Casares: Cuando hay indignidad, nos indignamos,/ si se resignan, no nos resignamos,/ si nos hacen caer, nos levantamos. Vale.